ETAPA 6

20 de septiembre de 2020


ETAPA 6

MOLINA DE ARAGÓN - ALBARRACÍN 

77,10 km.



A las 06:30 los móviles se activan y nos "invitan" a levantarnos. Hoy toca cubrir la etapa dura del viaje, aunque las modificaciones que hicimos anoche la van a suavizar bastante. No obstante, somos previsores y queremos empezar pronto.

El vigilante nocturno del hotel nos sirve el desayuno y bajamos a por las bicicletas. Hoy hace frío. Molina de Aragón es una de las localidades con las temperaturas más bajas de la península. Hay que abrigarse y preparar las bicicletas para iniciar nuestra sexta etapa.


Primeros preparativos


Me dejo llevar. Ricardo va a marcar el recorrido y Antonio impondrá el ritmo a seguir. Los pequeños pueblos por donde vamos a pasar no nos van a aportar nada. Los que hubiéramos echo con el track original, tampoco. El premio está al final, puesto que tenemos que llegar a uno de los pueblos más bonitos de España, Albarracín.

El cielo está plomizo, pero no llueve. Se nota mucho la humedad y los cuerpos se quedan fríos. El día invita a quedarse en casa con un buen café, pero toca pedalear y cubrir una importante distancia. 

La salida de Molina de Aragón la hacemos rodando por el ancho carril de la N-211. Es domingo y el tráfico es muy escaso. A los 23 kilómetros de distancia nos desviamos y paramos un momento a la entrada de la localidad de El Pobo de Dueñas, donde comemos unos plátanos y "liberamos líquidos". 

Los cuerpos no entran en calor, el día es muy desapacible. Esperamos llegar a algún pueblo para tomar café, pero no aparecen. Al final, en un cruce, nos desviamos un poco para entrar en la pequeña localidad de Tordesilos y nos tomamos dos cafés para entrar en calor en el centro social del pueblo.


Tordesilos

Dejamos este pequeño y dormido pueblo con el planeo de los buitres sobre nuestros cascos. Seguimos rodando por estas solitarias carreteras y nos vamos aproximando a la Sierra de Albarracín, pero en la localidad de Pozondón volvemos a parar y a tomar otro café, y aún no han pasado las dos horas. Los cuerpos no se nos van a calentar hasta que estemos bajo la ducha. 


Pozondón



Tan sólo 20 kilómetros nos separan del final del recorrido y vamos a darnos el gustazo de hacerlos con un perfil muy favorable por la preciosa Sierra de Albarracín. Creo que es un gran premio por el frío día que estamos pasando. Los paisajes son preciosos y se repiten constantemente. La velocidad es alta, ya no paramos. El último tramo es un vertiginoso descenso hasta la carretera A-1512. Vamos a entrar en Albarracín por el lado contrario al que nos hubiera llevado el track original.

En tres kilómetros entramos en esta preciosa villa medieval, Monumento Nacional y propuesta por la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Está considerada como "uno de los pueblos más bonitos de España". Estamos en Albarracín


En Santa María de Albarracín tomaban posada,
espolean cuanto pueden los infantes de Carrión,
ya están en Molina con el moro Abengalbón.
Versos 2645 y ss. CMC


Las manos se me van hacia la bolsa del manillar para sacar la cámara fotográfica y empezar a fotografiar todo lo que voy viendo, pero aún no hemos llegado. Tenemos que pasar por el túnel que pasa bajo el pueblo, y subir por una muy empinada cuesta junto a un estacionamiento. Nos alojamos en el Hostal Los Palacios.





Esta vez, las bicicletas van a dormir junto a las habitaciones, aunque la mía ha tenido el privilegio de dormir conmigo. Las vistas desde la terraza de la habitación son geniales.







Antes de irnos a comer, la ropa lavada queda tendida en la terraza para aprovechar los rayos de sol que entran en la habitación. 

Es domingo, Albarracín está lleno de turistas y no es fácil encontrar restaurante para comer. Mientras vamos buscando mesas libres, la cámara de fotos  va haciendo su trabajo. Todavía no he visto un sitio feo o que no merezca unos segundos para entretenerte en verlo.  La cámara está caliente, y acabamos de empezar.











Vamos caminando hacia la parte baja del pueblo, junto a la carretera, no hemos llegado todavía a la Plaza Mayor y la cámara de fotos sigue funcionando.










Da igual a donde mires o por que calle te metas. Este pueblo cautiva. El trazado de sus irregulares calle adaptadas a la topografía del terreno, sus escalinatas, pasadizos, los caseríos con muros irregulares, su color rojizo con entramados de madera y esos aleros que parecen tocarse. Realmente, me fascina. He visitado pueblos que ostentan el privilegio de ser "uno de los pueblos más bonitos de España", pero no creo que me equivoque cuando digo que no se le acercan en belleza, tanto el propio pueblo como su entorno.

Llegamos a la carretera y nos situamos junto al túnel por el que pasamos hace un rato. Las vistas del pueblo siguen siendo bellísimas.








Por fin conseguimos mesa. Vamos a comer tarde, pero ya no tenemos prisa. Mientras esperamos, llega uno de los momentos más especiales de cada jornada: nuestro encuentro con las frías y espumosas jarras de cerveza para brindar por la etapa que acabamos de finalizar.




Tras la suculenta comida pasamos por la Oficina de Turismo que tenemos frente al restaurante y conseguimos el sello del pueblo en nuestros salvoconductos. Después, llega la hora de dar descanso al cuerpo con la consiguiente siesta, pero yo prefiero saltármela y darle rienda suelta a mi cámara de fotos para llevarme la mayor cantidad de fotografías posible. Para empezar, voy a recorrer el paseo fluvial al disponer de una entrada junto a la Oficina de Turismo.












Desde un pequeño mirador, las vistas de Albarracín son espectaculares, El pueblo se extiende sobre una pequeña península rocosa que delinea el meandro del río Guadalaviar. Una curiosidad sobre este río: El Guadalaviar pierde su nombre al llegar a la ciudad de Teruel, pasando a llamarse Río Turia

Continuo caminando por el serpenteante sendero que, paralelo al río, recorre todo el meandro, regalándome preciosas imágenes.










Me aproximo, de nuevo, al casco urbano, pero antes localizo un molino y una bonita área recreativa en el parque municipal. 







Vuelvo a entrar en el casco urbano y emprendo la subida a la parte alta de la villa, pudiendo perderme entre las estrechas y desalineadas callejuelas.













Sigo subiendo y salgo del pueblo. Un empinado ascenso me lleva a los pies de la muralla, desde donde se empiezan  a ver unas espectaculares vistas de toda la localidad.











Llego a las murallas y consigo subir a la Torre del Andador, desde donde se contempla el espectacular enclave de Albarracín y todos sus alrededores.












Creo que ya va siendo hora de regresar al Hostal para reunirme con Ricardo y Antonio. Por el camino, la cámara sigue haciendo su trabajo. No hay lugar que no merezca una fotografía.







Después de volver a reunirnos, decidimos pasear por el pueblo, llegando a pasar por una estrecha y sombría calle donde sus aleros casi se llegan a tocar, Hacemos tiempo tomando unas cervezas y elegimos para cenar una pequeña taberna donde cambiamos la cerveza por vinos de la tierra.










La noche se ha adueñado de Albarracín. Un paseo silencioso nos conduce, otra vez, a la Plaza Mayor. Las luces y las sombras la hacen distinta. Y con esta imagen nos dirigimos a nuestro hostal para cerrar este espectacular día.





Un día que empezó frío y desapacible, pedaleando por el arcén de una nacional, pero que nos ha enseñado la belleza de la Sierra de Albarracín y nos ha regalado la espectacularidad de esta preciosa villa medieval. Hoy, la cámara de fotos, ha hecho su trabajo. Es el recuerdo que nos llevamos. Ahora toca asimilar todo lo que nos ha deparado esta festiva sexta etapa y descansar para afrontar la corta jornada hasta Teruel. Seis etapas y cuatro provincias recorridas: Burgos-Soria-Guadalajara-Teruel. Ya queda menos, la sexta ya es historia.





DATOS DEL RECORRIDO:




PERFIL ALTIMÉTRICO




PLANO DE LA ETAPA




VIDEOS DE ALBARRACÍN





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